Por mi amigo Alfredo Rivero, compa del Insti de Santa Marta, descubrí al escritor y periodista Javier Reverte. A medida que me he sumergido en las páginas de sus libros me han ido fascinado cada vez más sus obras, tales como "El sueño de África" y fundamentalmente "Corazón de Ulises", en las que propone un modo distinto y sugerente de viajar: sin rutas preestablecidas, sin guías, pero con buena literatura sobre los lugares que desees ver; además invita a recoger impresiones de las experiencias vividas, para luego escribir de regreso y, lo más importante de todo, tener una mente abierta al aprendizaje, despojada de tópicos.
Siguiendo los consejos de Javier Reverte emprendí este verano un viaje en busqueda de los lugares de la mitica cultura griega en la antigua Asia Menor, hoy territorio de Turquía, llevando en la mochila su libro "Corazón de Ulises", la Odisea, un cuaderno de notas y mi inseparable cámara de fotos.
Para mi ha sido una experiencia muy enriquecedora no solo desde el punto de vista cultural sino del humano y que recomiendo practicar al que se quiera aventurar a otras formas distintas de viajar y separarse de los clichés del turista habitual. Pese a que me metí en un grupo con un trayecto ya organizado, el día que más disfruté fue el último que lo dediqué a vagabundear, tal como propone Javier Reverte, por la ciudad de Estambul, a observar con los ojos bien abiertos todo lo que de interesante pudiera ofrecerme esa ciudad milenaria, capital de tres imperios, y guardarlo en la retina.
En este viaje los momentos en los que sentí una emoción especial fueron: al estar frente al estrecho de los Dardanelos, cerca del emplazamiento de lo que fue Troya e imaginarme en otras épocas a Ulises y los aqueos pasar con sus naves; cantar la "canción del piarata" en el barco que hacía la travesía del Bosforo, o comtemplar a mis pies la preciosa y sorprendente panorámica de Estambul, desde la torre Gálata, con la situelas de las edifiaciones más emblemáticas de la ciudad, emplazada entre varios brazos de mar.
